La Ansiedad En Los Adolescentes

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete adolescentes sufre algún trastorno mental, convirtiéndolos en el 13% de los afectados a nivel mundial. Las enfermedades más comunes son la depresión y aquellas asociadas a la ansiedad, debido a esto, la psicología de la educación y familiar se han enfocado en los últimos años en el estudio de la ansiedad en adolescentes.

Las principales causas del desorden de ansiedad en adolescentes son su genética, es decir, si hay historial de enfermedades mentales en su familia; haber sufrido algún trauma; su entorno, específicamente su hogar y su escuela; falta de desarrollo cerebral, ya que sus impulsos y necesidad de recompensa son más altos que en adultos y, por último; el estrés y las hormonas de la pubertad.

En este sentido, en este artículo se tratará la influencia del núcleo familiar y escolar en la aparición y tratamiento de síntomas relacionados con la ansiedad.

Influencias del ambiente escolar y familiar en la ansiedad adolescente

En primer lugar, hay que aclarar que todos en algún momento hemos sentido angustia y ansiedad, sin embargo, los trastornos de ansiedad se caracterizan por la aparición continua y excesiva de estos frente a situaciones cotidianas.

Una vez aclarado esto, en lo que respecta a la escuela, muchos adolescentes que sufren ansiedad han reportado acoso escolar tanto de modo presencial como en espacios virtuales. Curiosamente, Andrea Núñez, psicóloga educativa de la Universidad Complutense de Madrid en España, afirma que ésta casi nunca es una consecuencia del bullying sino un detonante de la misma.

Una de las posibles causas es que la ansiedad social se caracteriza por el pánico frente a situaciones que involucran a otros, ya sea trabajos en grupo, conocer a nuevas personas, eventos sociales, entre otros. Así, la interacción con sus compañeros se dificulta, conllevando a la burla o el rechazo. Aun así, este se vuelve un círculo vicioso, donde la ansiedad genera acoso escolar y este aumenta los síntomas del trastorno.

Es interesante indicar que tras el aislamiento debido al COVID-19, según el estudio de María Isabel Gómez-León, PhD en neuropsicología de la Universidad Complutense de Madrid en España, los síntomas de ansiedad en víctimas de bullying se redujeron significativamente en comparación a sus compañeros, quienes, debido a las restricciones, vieron un incremento en sus pensamientos depresivos y de angustia.

Ambos grupos, al ver imágenes de interacciones sociales, tuvieron reacciones completamente distintas; en el cerebro de las víctimas de acoso escolar se vio estrés, ansiedad y miedo mientras que el otro grupo de alumnado sentían gratificación y sensación de recompensa al verlas, de este modo, el aislamiento resulto beneficioso al retirar el detonante de la ansiedad en el primer grupo y tuvo el efecto contrario en el segundo grupo.

Sin embargo, Gómez-León aclara que, a largo plazo, quienes sufren de ansiedad crónica no se ven favorecidos por la eliminación de detonantes, sean de carácter social o no, puesto que, en lugar de aprender mecanismos saludables para afrontar los síntomas, crean negación y puede empeorar el trastorno. De modo que los estudiantes sin ansiedad previa tienen más posibilidades de recuperar su tranquilidad tras la normalización del estado en la salud pública.

Con relación al ambiente familiar, este también tiene un impacto significativo en la ansiedad de adolescentes con y sin trastornos de este tipo. Más allá de ser una estructura familiar tradicional o no, o si las reglas impuestas son rígidas o flexibles, el factor que más afecta a los adolescentes con ansiedad es la comunicación.

Un buen diálogo y apoyo por parte su familia disminuye los síntomas además de ayudar a encontrar mecanismos de afrontamiento saludables y útiles. Por el contrario, si el adolescente no siente la confianza para comunicar sus sentimientos a sus cuidadores no conseguirá la atención psicológica y la ayuda que necesita.

Lo que han demostrado los estudios hasta ahora es que los ambientes predominantes del paciente con ansiedad tienen un efecto profundo en ellos. Así, se debe prestar especial atención a la influencia de la familia, profesores y compañeros de clase en adolescentes para asegurar que, incluso si la causa de la ansiedad no está asociada a estos, sí sea un factor de mejoría y no de empeoramiento de los síntomas.

 

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Autor: TECH 

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